lunes, 16 de abril de 2012

Los chicos de la escuela 9 ayer y hoy


Esta vez la comitiva fue pequeña pero no por eso menos entusiasta. Hacia la escuela 9 de Longchamps encaramos mi abuela, Fidel y yo para que nos recibiera, entre otras amorosísimas docentes,  la misma bibliotecaria de la escuela 21, que trabaja un turno en cada una. Nos persiguen las coincidencias en este proyecto, como en toda esta historia, todas estas historias, porque la desaparición es técnicamente imposible y entonces nuestros desparecidos aparecen, se hacen presentes, se hacen carne, cuando menos lo esperamos. Como hoy, sin ir más lejos, cuando la otra bibliotecaria sacó una cajita con fotos de la casa donde vivió mi padre y que antes había sido de su familia.
Tomamos café con masitas mirando esas fotos y evocando tiempos pasados que no fueron mejores, tiempos que no añoramos porque sabemos lo que vino después y también porque nada supera este presente de presentes, de cosas que se comparten, de cosas que son libros, historias con forma de libro, historias compartidas de las que no nos cansamos de hablar.

La quinta donación


La quinta donación se armó con el apoyo de Luciana Aguilar, Caro Nahón, los Lauría, Natalia Pepe, Cora Steinberg, Germán Fernández Arias, los alumnos del Colegio de La Ciudad, Flavia Propper, Guille Tangelson, Ale Parisi, Vale Fernández, Marisa Braylan, los Simón, Laura Farhi, los Loeb, Pablo Slominsky, Gabriela Rosso, Ana María Shua, los Lagomarsino, Canal Encuentro, Pablo Vommaro, Paula Ruña y los Sislianes. La logística estuvo en manos de Cuca, de lujo :D

El día de la Memoria


La cuarta donación


La cuarta donación es una excepción a la norma. Libro Libre es un proyecto de donación de bibliotecas, pero cuando juntábamos para jardín de infantes de pronto la familia Simón nos trajo de regalo TODOS los juguetes de la infancia de sus hijos ahora adolescentes, y nosotros decidimos sumar los que usaban los nuestros cuando eran más chiquitos. Estuvimos mucho tiempo buscando un destino para la hermosa donación, porque los jardines de infantes no aceptan cualquier juguete -hay limitaciones con el tamaño, las piezas, etc. Necesitábamos un lugar en el que estuvieran los nenes con sus mamás o papás, y justo ofreció su ayuda Daniela Lauría. Se hizo cargo de la búsqueda y consiguió un contacto en la cácel de Ezeiza, que finalmente fue el destino para lo que habíamos juntado. Paola, que es psicóloga en la unidad, nos contó que estaban felices porque esos chicos no tienen nada.

Lamento ilustrar la historia con una foto ajena pero no es sencillo tomar fotos en la cárcel porque esos nenes y sus madres merecen ser preservados. Además es la imagen de la fotógrafa Adriana Lestido, que tiene un trabajo impresionante sobre este tema. Pasen y vean en http://www.adrianalestido.com.ar , gracias Cari por la sugerencia.
Al penal de Ezeiza, decía, fueron a parar los preciososjuguetes y libros que juntamos esta vez con el apoyo de la familia Simón, la familia Fogo, Carla del Cueto y flia, Luciana Aguilar, Natalia Pepe, Marisa Braylan, el Programa Derechos Humanos y educación de la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y mis hijos, Juanita y Fidel.